Vamos a empezar a adquirir buenas costumbres.
Ayer me vine del eje Getafe-Alcorcón de la distribución editorial con un par de cajas de libros que, además de algunos encargos, contenían:
– Un ejemplar de «Alta tensión», de Harlan Coben. Novela negra de la serie protagonizada por Myron Bolitar, representante de estrellas metido a detective por la mala cabeza de sus clientes. Si bien todo ello suena lo suficiéntemente estrafalario como para sugerir que la novela pertenece al subgenero californiano, la acción comienza en Nueva York (aunque el tal Myron es un tío muy viajado). El nombre del protagonista probablemente tenga su inspiración en la larga tradición de detectives superventas con nombre raro que se remonta a Sherlock Holmes (está bien, a Auguste Dupin). Eso si, a alguien que se llama Harlan Coben lo mismo le parece normal, no lo descartemos.
– «La edad de la ira», un ejemplar también y también novela negra. Es un thriller periodístico sobre el submundo de los institutos de enseñanza secundaria escrito por Fernando J. López, profesor de Lengua y Literatura de Bachillerato. No sé que más se le puede pedir a un libro.
– Completa la sección de thrillers de estas novedades la novela «Sólo para tus ojos», primera de una futura trilogía coescrita por Tim Kring (guionista principal de la serie de TV «Héroes») y Dale Peck (no sé), de revisión conspiranoica de ciertos eventos de la Historia estadounidense reciente. Este volumen nos acerca al asesinato de JFK desde la experimentación sobre control mental con LSD durante la Guerra Fría. Basándonos en el historial del Sr. Kring, esta primera novela estará pero que muy bien (creo que me la voy a leer y todo si me dura lo suficiente en las estanterías), la segunda parte tratará ya, pero un poco por encima, sobre el 11-S y en la tercera se identificará al trío de las Azores con los Illuminati.
– Para la sección de SciFi (pronúnciese «Sai-Fi», como en «Sai-ens Fi-cshon»), empezamos con «El optimista racional», de divulgación y subtitulado «¿Tiene límites la capacidad de progreso de la especie humana?.» Me doy cuenta de que ya tengo por aquí otro del mismo estilo (mucho más finito) titulado «No somos hormigas», escrito por un grupo autodenominado de «optimistas informados». ¿A donde hemos llegado, que hasta los mismos optimistas necesitan reafirmarse con epítetos positivos? Cuénteseme entre sus filas, por cierto.
– «En la mente de un perro». Parece otra chorrada de esas de susurraperros, pero está escrita por una psicóloga cognitiva (Alexandra Horowitz), así que va a la sección de divulgación científica de cabeza. Desgraciadamente, con lo que es Cabanillas para estas cosas me lo van a quitar de las manos. Y digo desgraciadamente porque hasta a mí, que de los perros solo me gusta llorar amargamente su pérdida, me parece interesante de verdad.
– Tusquets se ha apuntado al formato de edición limitada en cartoné con precios y dimensiones de bolsillo para los títulos estrella de su fondo editorial. He elegido «El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas», de Haruki Murakami. El autor escribe mezclando fantasía y ciencia ficción, así en plan Borges. Pero SciFi puede a Fantasy, así que de momento le incluyo en esta sección.
– También he traído otro libro de ciencia ficción, pero este me lo callo hasta que me lo lea, no vaya a ser que alguien se entere accidentalmente de la existencia de este blog y venga a comprármelo. Así que secreto, secreto.
Se me acaba el tiempo en la librería por hoy y tengo que volver a casa a mis obligaciones familiares, así que abreviaré: para la sección Tétrica, un par más de libros de la editorial Valdemar, «En las montañas de la locura», del autor de Lo Innombrable (sshhh) y una antología de cuentos ilustrados de Edward Gorey titulada «La pareja abominable y otras historias macabras».
También y sin que sirva de precedente, dos libros que poco más que transcriben los blogs o cuentas en redes sociales de sus autores: «las chorradas de mi padre» de Justin Halpern y «Soy un padre friki»de Ken Denmead (este último cuesta encontrarlo en la librería porque está donde debe, en la sección de Juegos).