Festín de Choques.

Pues nada. Emulado a Unamuno que para eso tengo dos asignaturas aprobadas por la Universidad de Salamanca, voy a retomar el temita sin solución de continuidad para que pase desapercibida la cantidad de tiempo que hace que no publico nada en este «Blog» (onomatopeya para el vómito, por cierto, ¿no?).

Tampoco es que tenga mucho que decir, pero no podia pasar por alto la brillante ocurrencia del título de esta entrada, a la vista de la inundación de ejemplares del segundo volumen de la saga «Canción de Hielo y Fuego» que ha sufrido esta librería recientemente. Es lo que ocurre cuando se reimprime un libro que ha estado agotado durante meses, por la acumulación de solicitudes de la clientela. Bueno no, pensándolo bien solamente una de las solicitantes puede considerarse miembro de pleno derecho de tan ilustre colectivo, porque los demás nunca habian estado aquí ni creo que vuelvan una vez hayan completado la colección.

Por cierto y hablando de la reimpresión de «Choque de Reyes», porque no se le puede llamar «11ª Edición» aunque así figure en la banda sobrecubierta si la única modificación que se ha hecho sobre las anteriores es un incremento en el precio, el caso es que es de bastante mala calidad. Como tampoco me lo pienso leer no sé cómo será el trabajo de imprenta, pero la encuadernación de absolutamente todos los ejemplares que tengo sobre el mostrador en el momento de escribir esta entrada es defectuosa. Como mis dos asignaturas por la Universidad de Salamanca no daban para más, en mi juventud tuve que trabajar de peón en una empresa de encuadernación y puedo ver que el problema está en el corte del frente de los pliegos una vez cosidos y antes de ponerle la cubierta, que les ha salido claramente torcido. Esas cosas pasan en libros muy gruesos, por desplazamiento del papel ante la presión de la cuchilla, pero se coge, se para la máquina, se ajusta y chimpóm. Que hay libros más gordos y más baratos que están bien cortados («la Esquina», de los creadores de la serie de TV «The wire», por poner un ejemplo de reciente publicación).

Los que me conocen saben que no soy demasiado pejiguero con estas cosas, pero es que a «Canción de Hielo y Fuego» le he cogido asco, mira. Y para terminar de purgarme (blog), nada mejor que referirme, en fecha tan señalada como la del estreno de la segunda temporada de la serie de TV, a la también reciente publicación del segundo tomo recopilatorio de «Los muertos vivientes» y del número 14 de su serie regular. No me voy a extender al respecto, porque creo que todas las personas que leen esto de cuando en cuando ya me han aguantado la perorata presencialmente. Solo añadiré algo más: lo cierto sobre la historia de Robert Kirkman es que su capacidad de enganchar lectores es análoga a la de Intereconomía de hacerlo con televidentes.

Qué a gusto me he quedado, incluso habiéndome prometido a mi mismo no utilizar el poder del Blog con fines egocéntricos. No se repetirá.